miércoles, 23 de marzo de 2011

Esperando la casualidad

Qué pena sólo verte por casualidad, al doblar una esquina, al cruzar una calle, al quedarme dormida… Qué pena no conocer tu nombre, tu vida. Qué pena no poder verte, tan sólo encontrarte. Qué pena mirarte, buscarte… y que no estés.

Hoy no estabas. Ayer no estuviste. Llevo días sin verte… Bueno, sin encontrarte. ¿Te has ido? ¿Volverás? Quizá te has ido para siempre… Quizá has encontrado otra esquina por donde aparecerte y hacer temblar a otra persona… dejarla sin respiración con tu sonrisa… vaciarle la mente ocupándolo todo… Quizá te has ido de viaje, buscando nuevas sonrisas, sonriendo. Siempre lo haces.
Quizá nunca pasaste por esta esquina. Quizá nunca sonrías. Quizá te imaginé…

Quizá sólo deba esperar a otra casualidad para verte, quizá deba quedarme dormida… y soñar. Soñar que cruzo la calle y te encuentro en la equina, sonriente… como siempre. Como nunca. Que me saludas, que mis pies fallan y que dejan de moverse, que dejo de respirar… y soñar.

Qué pena sólo verte por casualidad, al doblar una esquina, al cruzar una calle, al quedarme dormida…

No hay comentarios:

Publicar un comentario