jueves, 19 de abril de 2012

Intermitente


Aunque mi sueño pinte con el color más brillante
tu juventud, belleza y día,
ante mí te presentas más vibrante
y con más vida.

Superando lo anterior, en un instante
pestañeas contra el tiempo y la distancia,
y huye mi mirada a cualquier parte
temiendo desvelar lo que grita el alma.

Sin embargo, sabiendo que la belleza muere
y que va y viene el amor como el viento,
me armo de valor y doy un paso al frente
antes de perder el momento.

Y tú, apacible, me respondes con un gesto.
Y yo, como el mar acaricia las rocas,
con violencia me acerco. Dejo que me desnude tu beso,
despacio, suave, delicado, honesto.

Pero de repente marchas sin aviso,
desapareces en el silencio de una coma.
Y mi boca recuerda tu sonrisa.
Y mi piel, tu aroma.

Mientras tanto, las mariposas de mi vientre
escapan una a una por la ventana de mi pecho,
y vuelan buscando otra demente,
dejándome vacía, a solas con tu eco.

Alegre y feliz, abatida luego,
cada día espero que vuelvas a encenderme,
porque esto es todo lo que tengo y quiero:
tu amor intermitente.