martes, 15 de marzo de 2011

De balcón a balcón

Una vez más ha posado sus enormes ojos cobrizos en mí. Una vez más se han cruzado nuestras miradas creando, así, una energía invisible que alimenta los latidos de mi corazón. Una vez más ha salido al balcón y, en lugar de prestar atención al pintoresco mundo de allí a bajo, ha decidido fijarse en mí; una vulgar ama de casa que sueña con su gran amor al mirar por la ventana.
Sigue mirándome. ¿Qué estará pensando? Quizá se ha dado cuenta de mi permanente mirada e intenta deshacerse de ella haciéndome sentir incómoda… ¿Y si lo que realmente quiere es lanzarme algún tipo de indirecta?
Estoy loca si creo que puedo tener una posibilidad con él; yo, madre soltera, sin dinero, atractivo, ni personalidad suficiente para conquistar una mente tan culta como la que debe tener el propietario de aquellos preciosos ojos que siguen observándome desde el otro lado de la calle.
Mejor será que me olvide y baje la persiana. Debo seguir con mi vida en lugar de pensar en amores de película, miradas de entendimiento, sentimientos absurdos… De balcón a balcón.


Como un niño. Me he sentido como un niño que sueña con poder volar para viajar a mi antojo y poder llegar hasta el balcón de en frente, dónde me espera la única mujer que me hace temblar con tan sólo una mirada. Cierro los ojos y la veo allí parada, mirándome, con esa tímida cara de porcelana y esos rizos oscuros balanceándose encima de sus hombros.
¿Por qué me mira de ese modo, como si pidiese perdón? ¿Debo hacerle un gesto? No, lo más posible es que siquiera se haya fijado en mí. Puede que sólo esté pensando despreocupada en algún tema sin darse cuenta de que sus ojos están fijados en mi ventana.
Ha cerrado la persiana. Era cierto, ¿cómo pretendía enamorarla de éste modo? Está claro que somos dos personas totalmente distintas y que ella jamás se fijaría en mí.
Por un momento creí que algo sucedía en esa mirada, que la sensación, que aún siento en mi interior, había traspasado el cristal de su ventana para hacerle notar mi torpe y enamorada mirada, de balcón a balcón.

1 comentario: