Entiendo “mosquitos”
como algo que pica, que escuece, que deja heriditas, pequeñas inflamaciones
molestas. Nada mortal, ni desgarrador, simplemente algo que me aparece de
repente, algo que debo evitar porque pica. Y cuanto más me rasco, más me pica.
Aita mirando la tele mientras le hablo, ausente.
Borracheras en luna
llena.
Ju de mal humor,
recién levantada de su siesta.
Mi cuenta de Spotify sin minutos.
El horario imposible
de Nat y su “tengo ganas de verte”, incompatibilidad.
El tabaco seco y
deshecho del final del paquete.
Las ganas de hacer
pis todo el rato.
Las ganas de hacer
sexo todo el rato.
Los debates
demasiado viscerales con Álvaro, lo que se nos va de las manos.
Sunahi creciendo.
La risa histérica de
Samira.
Llamada perdida de
Begoña.
El contestador de
Álvaro.
Tú cuando no estoy
contigo.
Ama en algún sueño.
El final de la
canción.
Todo lo que quiero
hacer y no hago.
Todo lo que no
quiero decir y digo de repente.
Mis lágrimas de
auto-compasión.
Marina mordiéndose
las uñas todo el rato.
Un abrazo que doy
mal. O que recibo mal.
Mis siestas.
El tiempo visto
hacia atrás.
Los ojos cansados de
Lorena.
El “esto en breve se
acaba” de Nidhi.
Alarmas aplazadas
cinco minutos una y otra vez.
Nescafé soluble.
Janis Joplin en
volumen 30.