sábado, 11 de mayo de 2013

Bitllet senzill

Tú, yo y otras criaturas de la fauna espacial bailando al son de las trompetas del injusto juicio final. Desamor en cada esquina mezclando trozos de sentimientos corrompidos y descosidos en una coctelera de cuchillas giratorias. La vida sabe a tabaco y a poco. La eternidad se desgastó hace dos minutos con ese beso infiel que tatuó heridas antiguas. Todo el mundo respira en su lugar mientras yo abandono el mío en busca de una isla soñada durante siestas despiertas. Ya no me pregunto por qué, porque "por qué" consigue ser mi respuesta. Me bajo en la siguiente parada. Total, ¿qué más da? Aunque estés bailando a dos centímetros de mí, ya no estamos en el mismo metro.