domingo, 18 de agosto de 2013

Cuentos en gerundio: vacaciones en Donosti

A Sunahi.

El sol gritando alto y claro que la vida es bella de vez en cuando. Los tamarindos acariciando el viento que pasa potentemente de todo. El cielo respirando profundo, grande. El amarillo de la bandera ondeando en nombre del brillante, bravo y escandalosamente frío mar Cantábrico. Tú pidiéndome que me quede un rato más en el agua, queriendo compañía. Las nubes flotando ahora poco pesadas y enredadas en mis volátiles pensamientos.

3 comentarios:

  1. (Y la lluvia calándote hasta los huesos, arrastrándote y explicándote por qué allí todo es tan grande y tan verde.

    O esa impresión me llevé yo de Donostia, vamos.
    Por cierto, vi un sitio llamado Villa Itsaso y me pregunté si estarías ahí metida :).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De ahí que unas pocas horas de sol me hiciesen volar tanto, Julia... Euskadi es precioso... Y, tú lo has dicho, la lluvia es el precio del verde tesoro. ¿Cuándo estuviste? Ya me contarás... ¡Tengo ganas de verte!

      Pd: jaja, hay muchos lugares que se llaman Itsaso... ¡Ojalá estuviera metida en muchos de ellos!

      Eliminar
    2. Lo entiendo. A mí solo me hizo sol los dos últimos días, y uno después de un chaparrón. Pero la verdad es que merece la pena a cambio de que todo esté así de bonito.
      Estuve ahora a principios de agosto unos pocos días y me quedé con ganas de playa ^^
      ¡Nos vemos pronto, que el agosto ya se nos va!

      PD: Podemos rebautizar algún sitio bonito de Barcelona con tu nombre :D

      Eliminar